Grisines caseros con harina integral y orégano

Cantidad: 500 gramos

INGREDIENTES
2 tazas de harina integral bien fina (240 gramos)
2 tazas de harina (240 gramos)
1 cucharadita de sal
1 cucharada de orégano
20 gramos de levadura fresca o ¾ cucharada de levadura seca
1 taza de agua tibia(250cc.)
1/3 de taza de aceite

PREPARACION
Poner en un tazón la harina, la sal y el orégano.
Agregarle la mitad del agua con el aceite y mezclar hasta integrarlo a la harina.

Aparte, diluir la levadura en el resto de agua tibia e incorporársela mezclando con una cuchara de madera.
Una vez unido volcar sobre la mesada ligeramente enharinada.

Amasado. Amasar lo necesario para que esté todo unido y la masa quede uniforme y lisa. En este caso se trabaja la masa como dijimos anteriormente lo justo para que el gluten no se desarrolle demasiado y los grisines queden crocantes. Formar un bollo y colocar en un recipiente ligeramente enharinado y cubrirlo con papel film y un paño.

Levado. Se deja descansar 30 o 40 minutos o hasta que vemos que la masa ha levado adoptando una forma de globo inflado. Se deja en un lugar cálido para que el levado se realice más rápidamente.

Luego se vuelca la masa sobre la mesada sin tocarla y una vez allí se estira con el rodillo en forma rectangular hasta que tenga 1cm de espesor aprox.
Se cortan tiras a lo largo de 2cm de ancho.
Cada tira se apoya en el borde de la mesa y se gira con la palma de las manos arrollándola, adoptando la forma cilíndrica característica de los grisines o palitos.

Tener en cuenta que cuanto más arrollemos la masa más la vamos estirando hacia los costados afinándose los grisines. Allí determinaremos el grosor de acuerdo a nuestro gusto.

Se acomodan en placas limpias y se dejan descansar cubriéndolos con un paño durante 15 minutos aproximadamente.
Cocinarlos en un horno precalentado, algo caliente, 200º durante 15 minutos o hasta que estén dorados y tostados.

Una vez fríos se guardan en cajas herméticas durante muchos días.