Medialunas caseras rellenas de fiambre

Resultan livianas y son riquísimas.

Cantidad: 36

INGREDIENTES
Espumado
85 gramos de levadura fresca o 3cdas de levadura seca
1 cucharada de azúcar
2 cucharadas de harina
½ taza de agua

Masa
1kg de harina
1 cucharadita de sal
150 gramos de manteca ( mantequilla ) o manteca vegetal
1 taza de azúcar ( 200 gramos )
3 huevos
1 cucharada de miel
1 y 1/3 taza de leche caliente ( 330cc aprox. )

PREPARACION
Preparación del espumado.
Poner en un tazón la levadura desgranada, el azúcar, la harina y el agua tibia.
Mezclar hasta formar una crema.
Tapar el recipiente y dejar durante 10 minutos o hasta que haya espumado en un lugar templado.

Masa. Poner en un recipiente grande la harina junto con la sal.

Aparte en otro bol, poner la manteca, el azúcar, la miel y la leche caliente.
Ir mezclando hasta que la manteca esté derretida e incorporar los huevos previamente mezclados.

Agregar la levadura ya espumada y mezclar. Luego de a poco ir agregando harina y con la mano abierta y los dedos separados ir integrándola a los líquidos introduciendo la mano hasta el fondo del recipiente y levantándola.
Esto permite que entre más aire a la masa dejándola más liviana y esponjosa.

Amasado. Se vuelca toda la preparación sobre la mesa y se comienza con el amasado que consiste en trabajar la masa en forma continua hasta lograr que la misma tome una textura suave, elástica y no se pegue.

Se espolvorea con un poco de harina la mesada y la masa.
Siempre se trabaja con poca cantidad de harina cada vez, siendo aconsejable que cada vez que se necesite se espolvoree nuevamente. Esto evita que la masa absorba de entrada mucha harina quedando su textura dura.

Se apoya una mano sobre el borde inferior de la masa y con la otra la vamos extendiendo en forma suave para luego traerla nuevamente hacia nosotros.

Se continúa repitiendo varias veces estos pasos alternando con algunos golpes que se le da a la masa. Se toma entre las manos, se levanta y se tira con fuerza contra la mesa dos o tres veces seguidas. Para volver a repetir todos los movimientos nuevamente.

Rápidamente se notan los resultados ya que este proceso solo lleva algunos minutos.
La masa queda elástica, suave y no se pega ni en las manos ni en la mesada.

Descanso y levado de la masa.
Se forma un bollo alisándolo bien con las manos.
Se pone en un recipiente grande previamente enharinado y se cubre con un nailon ( film, adherente, plástico, poliuretano ) y luego con un paño. Se deja descansar hasta que leve el doble de su volumen en un lugar templado.

El tiempo que lleva este proceso varía de acuerdo a la temperatura ambiente del lugar pudiéndose calcular entre 30 y 45 minutos.

Armado de las piezas. Se puede dibujar un molde con forma de triángulo en cartón o cartulina de 10×12 de altura para apoyarlo en la masa y tenerlo como guía.

Una vez pronta la masa se vuelca suavemente sobre la mesa ligeramente enharinada y se cortan porciones para facilitar el estirado.

Se estira una de las porciones en forma rectangular y luego se cortan tiras o bandas de 10cm de ancho. Se pueden superponer hasta 3 tiras en capas para mayor rapidez.
Se apoya el molde y se van cortando triángulos con una cuchilla afilada.
Los sobrantes se vuelven a estirar.

Para armarlos se toma la punta con una mano y se va estirando suavemente mientras con la otra mano arrollamos hasta llegar a la punta. Esta punta va ir apoyada en la placa para que no se abra durante la cocción.

Se acomodan en placas apoyando una media luna sobre las puntas de la anterior ( esto se hace para que las puntas no se quemen ).

Se pintan con huevo y agua y se deja en reposo sobre la cocina para que leven mientras se calienta el horno.
Cocinarlas en un horno fuerte ( 210º a 215º ) precalentado durante 12 a 15 minutos o hasta que estén cocidas y doradas.
Al sacarlas del horno se pueden pintar con un almíbar o con jalea caliente o dejarlas así.

Una vez frías se cortan a la mitad y se rellenan con manteca, queso, fiambre a gusto.

Información. Si se desean congelar una vez retiradas del horno se guardan en bolsas de freezer se dejan allí hasta que estén tibias y luego se congelan.